El Gobierno polaco inicia la tala de árboles en Bialowieza, una de las
masas forestales más antiguas de Europa, alegando la lucha contra un
escarabajo que afecta a las coníferas
Uno de los bosques más antiguos y mejor conservados de Europa está en
peligro. La vasta extensión forestal de Białowieza, en la frontera
entre Polonia y Bielorrusia, se ha mantenido incólume durante miles de
años, pero ahora el ultraconservador Gobierno polaco del partido Ley y
Justicia (PiS) ha decidido cambiar la historia y amenaza a un ecosistema
único en el continente.
El bosque de Białowieza se extiende por más de 1.600 kilómetros cuadrados y alberga más de 5.500 especies de plantas y 11.500 de animales. Hay lobos, alces y linces boreales, pero destaca por encima del resto de la fauna la presencia de la manada de unos 800 bisontes europeos en libertad, el mayor mamífero europeo y emblema de la región. El bisonte europeo fue
reintroducido con éxito en la zona dos años más tarde de la muerte del
último individuo en libertad en 1919, después de la sangría de la
Primera Guerra Mundial. Dos de las tres subespecies descritas por la
ciencia se extinguieron entre 1790 y 1930.
La tala masiva sirve, según el gobierno, para frenar una plaga de escarabajo de la corteza
que ataca a las píceas y evitar que los árboles enfermos dañen a algún
visitante al caer. Sin embargo, la comunidad científica, grupos
ecologistas y la población local consideran que esta medida no
solucionará el problema, más bien lo agravará, porque destruirá la capacidad del bosque para recuperarse del ataque del insecto.
El 18 de noviembre de 2015, el Consejo Estatal para la Protección de la Naturaleza de Polonia aprobó una declaración oficial contra el aumento previsto de la actividad maderera.
Se sumaron a su llamamiento el Comité para la Protección de la
Naturaleza de la Academia de Ciencias de Polonia, el Consejo Científico
del Parque Nacional de Białowieza y los departamentos de Biología y
Ciencias Naturales de las Universidades de Varsovia, Cracovia, Breslavia
y Katowice.
Motivación económica
Tal y como afirman los científicos, los brotes de esta plaga son comunes y las piceas se recuperan rápidamente
porque la naturaleza tiene su propia respuesta: otros insectos acaban
con los escarabajos de la corteza y retirar los troncos muertos en
realidad dificulta su propagación. Además, los árboles enfermos y los
troncos en descomposición sirven de cobijo y alimento para otros
animales, como los pájaros carpinteros, y devuelven sus nutrientes al
suelo para que crezca la siguiente generación de árboles ─los expertos
estiman que alrededor del 50% de la biodiversidad del bosque de
Białowieza depende de la madera muerta─.
La comunidad científica polaca calcula que para detener el ataque del
insecto con la estrategia gubernamental haría falta eliminar al menos
el 80% de los árboles, una cifra imposible de lograr puesto que
Bialowieza se divide en varias zonas interconectadas, incluidas las
grandes reservas y áreas del parque que no pueden tocarse por ley. Otro
argumento crucial contra la intervención humana, dicen los científicos,
es que el brote actual no es el más intenso observado, y seguramente desaparecerá en uno o dos años de forma natural y hasta el 90% de los abetos sobrevivirán.
Así, las razones esgrimidas por el gobierno polaco no han convencido ni a la comunidad científica, ni a las ONG ni
a otras entidades internacionales como la Unesco o la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Todas ellas
consideran que la motivación que se esconde detrás del plan es la
económica: el Gobierno polaco espera recaudar unos 700 millones de zlotys (159 millones de euros) con la tala masiva en Bialowieza.
Ante tal escenario, los defensores de no interferir en los procesos
naturales del famoso bosque polaco remitieron a la Comisión Europea una carta
para que tomara medidas ante la vulneración de la Directiva Hábitats.
El pasado 16 de junio, el organismo comunitario anunciaba el inicio de
una investigación y abría un plazo de 30 días para que las autoridades polacas envíen nueva información sobre el caso.
Una vez realizado el trámite, la Comisión decidirá si sigue adelante
con el procedimiento de infracción y establece sanciones o exige la
paralización de la tala iniciada a finales de mayo. La lenta burocracia
europea tiene en sus manos el futuro de Białowieza, un
espacio mágico que nos recuerda la inmensa selva virgen que una vez
cubrió gran parte de la llanura de Europa. El tiempo apremia.
Fuente: ecoavant.com
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