La compañía farmacéutica italiana Aspen ha sido condenada por la autoridad de Competencia del país por especular con el precio de medicamentos contra el cáncer.
La multa asciende a cinco millones de euros por incrementos exagerados
en los precios de ese tipo de fármacos. ¿Y qué ocurre en España?
El “castigo” ha sido posible porque la Organización de consumidores Altroconsumo puso una demanda. Según cuenta desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España:
" La estrategia de negociación que adoptó la farmacéutica Aspen en Italia fue tan agresiva que llegó a amenazar a la agencia italiana de medicamentos
(AIFA) con interrumpir el suministro si no se aceptaban sus incrementos
de precio (entre un 300% y un 1500%) sin proporcionalidad ni causa
justificada”.
¿Y en España qué ocurre, podría estar pasando lo mismo? Pues los
responsables de la OCU dicen que en España también hubo negociaciones
con Aspen por su pretensión de incrementar los precios de sus medicamentos contra el cáncer.
La justificación, como en el caso italiano, se encontraba en la necesidad de rentabilizar sus productos.
" Hay que tener en cuenta de que se trata de moléculas antiguas, que no
han sufrido variación ninguna y que son esenciales en el tratamiento de
cánceres hematológicos, principalmente en niños y personas de avanzada
edad”.
Coincidiendo con las negociaciones sobre precios, en España también
hubo problemas de suministro de algunos fármacos. Finalmente, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios
(AEMPS) anunció en abril de 2014 que cesaba la comercialización de
estos medicamentos y que a partir del 1 de mayo de 2014 se tendrían que
solicitar como medicamento extranjero a través de las distintas
consejerías de las comunidades autónomas.
Según se puede deducir del análisis de OCU, estos tratamientos se
están importando a precios entre 5 y 27 veces más que el PVP inicial,
incluso con incrementos que pueden llegar a ser de más de 1.200%.
Hay que recordar también que hace cuatro años la multinacional farmacéutica Roche dejó de surtir de medicinas destinados a paliar el cáncer a hospitales griegos y “avisó” a España.
Me parece que los laboratorios que amenazan a los estados con dejar de suministrar medicamentos son muy desagradecidos, no hay que olvidar que la Administración sanitaria pública en su principal cliente.
A Roche además, hace unos años, durante los ensayos clínicos de Avastin, un medicamento para el cáncer colorrectal, se le murieron cuatro personas, alguna de ellas aquí en España.
De modo que no hay que aceptar estos chantajes y lo que hay que hacer
además es revisar bien la eficacia y seguridad de esos productos con
los que especulan a sabiendas de la efectividad de presionar con todo lo
relacionado con una enfermedad como el cáncer.
Cabe preguntarse con la OCU:
¿Hasta cuándo se van a importar los productos sanitarios mencionados?
¿A qué precios se están importando?
Si Aspen no cumple con el abastecimiento del mercado interno, ¿qué
medidas se han adoptado con el titular de la comercialización?
¿Por qué la autoridad de la competencia en España no se muestra tan activa como la italiana en estos casos? Hay que reclama que se garantice el suministro de medicamentos antitumorales eficaces y seguros a precios asequibles; más transparencia en la información y que la autoridad competente en España se muestre más activa.
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