20 enero 2017

Qué Comer: Germinados, fáciles de digerir y procesar.

Qué Comer: Germinados, fáciles de digerir y procesar.
Los germinados de semillas y granos son uno de los mejores alimentos que podemos encontrar en la naturaleza y su riqueza en nutrientes los hace ideales para mantener unas condiciones de salud óptimas.

Un grano germinado es un grano que ha brotado y empezado a crecer, desarrollando el embrión en el proceso de convertirse en una planta adulta. El desarrollo del embrión permite que gran parte de los almidones que se encuentran en el grano se transformen en azúcares simples e incrementa la cantidad de proteínas como consecuencia del proceso de desarrollo de la planta.

Podemos consumir los germinados en forma de harinas y copos de granos de cereales ya germinados, siendo habituales los de trigo, cebada, espelta, avena, arroz y maíz. Las harinas de germinados pueden utilizarse para hacer pasta, pan, masas de crepes, pizzas, repostería (pasteles, galletas, bollos...), como un buena alternativa a la harina tradicional. Los copos son ideales para tomar en desayuno, solos o junto a muesli, acompañados de frutas frescas y frutos secos. También se pueden consumir en sopas y cremas, añadiéndolos para aportar nutrientes y darles consistencia a las mismas, como ingrediente en purés, y en repostería en empanadas, galletas y pasteles, bizcochos, tortitas y galletas integrales.


Los germinados son grandes superalimentos. Tienen más nutrientes y permiten una mejor absorción que los granos no germinados. Entre sus numerosos beneficios para la salud debemos considerar que presentan altos niveles de fibra dietética, ya que la germinación aumenta su contenido y se hace más disponible, de vitaminas del complejo B, concretamente la germinación aumenta las vitaminas B2, B5, B6 y ácido fólico, de enzimas digestivas, de antioxidantes, como la vitamina C, E, beta-caroteno y ácido ferúlico. Aumenta la disponibilidad del fósforo, calcio, hierro, zinc y magnesio, y el contenido de ácidos grasos esenciales.
Presentan altos contenidos en proteínas debido a que el proceso de germinación aumenta la cantidad de proteína de la semilla, a la vez que reduce el contenido en gluten aunque no lo suficiente como para recomendar su consumo a las personas que sufren de intolerancia al gluten o enfermedad celíaca.
Con la germinación los granos y semillas se vuelven más fáciles de digerir,  el proceso descompone sus nutrientes esenciales y se mejora la absorción de los mismos. Si eres vegetariano, vegano, o simplemente deseas consumir más nutrientes y de mejor calidad, la germinación es tu opción.

Fuente: ecoavant.com

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