Diversas organizaciones y movimientos de la sociedad civil
latinoamericana se reunieron el pasado sábado (12 de agosto) en la
ciudad de Salto, Uruguay, para el Primer Foro Regional en Defensa del Acuífero Guaraní y el XVII Foro Regional contra el Fracking.
Organizado por la Asociación Civil Ambientalista de Salto “Salteños en
Defensa de los Bienes Naturales” junto con 350.org Latinoamérica y
COESUS Latinoamericana contra el Fracking, el encuentro tuvo por
objetivo trazar estrategias conjuntas para la protección de uno de los
recursos naturales más preciosos del continente y del mundo: las aguas
del Acuífero Guaraní.
La industria del fracking, que ya actúa
fuertemente en Argentina y tiene planes para expandirse por Brasil y
Uruguay, puede contaminar de forma irreversible los depósitos
subterráneos que forman la segunda mayor reserva de agua
potable del planeta, que abastece a unos 55 millones de personas en los
cuatro países donde está ubicada – Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay.
En Brasil, más de 350 municipalidades y el estado de Paraná ya han prohibido el fracking.
En Argentina, la provincia de Entre Ríos también ya está libre de la
tecnología. En Uruguay, las organizaciones se comprometieron a seguir
promoviendo una ley que prohíba en forma definitiva la técnica de la
fractura hidráulica. “No detendremos las movilizaciones de la sociedad
civil hasta que se suspendan también las perforaciones”, registra el
documento.
El Sistema del Acuífero Guaraní está siendo amenazado en Uruguay por
un plan de perforaciones en busca de hidrocarburos de la empresa
petrolera Petrel Energy que puede contaminar en forma irreversible los
suelos y los depósitos subterráneos que conforman la segunda mayor
reserva de agua potable del planeta.
Organizaciones
uruguayas y argentinas nos reunimos el sábado último en la ciudad de
Salto para analizar esta situación y definir las acciones a realizar en
consecuencia. El evento fue inaugurado por el Intendente departamental,
Andrés Lima, quien manifestó su rechazo a la posible utilización del
‘fracking’ en la región del Acuífero Guaraní.
Las
perforaciones de Petrel surgen del contrato de exploración y
explotación firmado en 2012 por ANCAP con la firma estadounidense
Schuepbach. Ese contrato incluye tanto hidrocarburos convencionales como
no convencionales que solo son extraíbles por la técnica altamente
nociva de fracturación hidráulica o ‘fracking’.
La semana pasada, el gobierno uruguayo anunció tardíamente la decisión de apoyar una moratoria del ‘fracking’
en el país por cuatro años. No es una solución porque mantiene latente
esa posibilidad y, mientras Uruguay no tenga una norma que lo prohíba,
la petrolera puede apelar al contrato para realizar la explotación.
Además,
ese contrato admite un arbitraje internacional en caso de divergencias
entre Schuepbach y el estado uruguayo. El Artículo 19 del Código de
Minería, que rige a los hidrocarburos, establece que los litigios, sin
excepción, deben dirimirse bajo la jurisdicción nacional y que cualquier
disposición en contrario es nula.
Hemos demostrado que, si bien
estas perforaciones en Paysandú, Tacuarembó y Salto corresponden a una
etapa de estudio, igualmente pueden contaminar el Acuífero. Y aunque se
argumente que esto no es ‘fracking’, es obvio que estas perforaciones
están preparando el terreno para esa posibilidad.
Las
explicaciones de la Dinama para justificar la autorización de las
perforaciones y no realizar audiencias públicas solicitadas desde las
poblaciones no han sido suficientes. Estas perforaciones no son algo
similar a la búsqueda de agua, como dijo el director Alejandro Nario, y no se da información clara de los químicos utilizados.
Schuepbach
importó unas 168 toneladas de químicos para usar en las perforaciones,
muchos de los cuales requieren un tratamiento especial por ser
peligrosos para el ambiente. Pedimos informaciones a la Dinama sobre la
aplicación y el destino final de estos productos, pero no hemos recibido
respuestas satisfactorias.
En Argentina y Brasil, más de 300
municipios, la provincia de Entre Ríos y el estado de Paraná han
prohibido el ‘fracking’. En Uruguay, seguiremos promoviendo una ley que
prohíba en forma definitiva esta tecnología y no detendremos las
movilizaciones de la sociedad civil hasta que se suspendan también las
perforaciones.
El Acuífero Guaraní no es un patrimonio de una
localidad ni de una nación. Más allá incluso de los cuatro países que lo
compartimos, constituye un valor primordial para la Humanidad por la
gigantesca reserva de agua que contiene, su ambiente y el sostén de la Vida en el planeta. Defenderlo es un deber al que no renunciaremos.
Fuente: ecoportal.net
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