Anualmente se deforestan cerca de 14,2 millones de hectáreas (un poco más que la superficie de Grecia) y se reforestan algo de 5,2 millones, lo cual implica una disminución neta anual de 9,4 millones de hectáreas de bosques, selvas, relictos forestales, humedales y otros. En esta artículo voy a escribir sobre la técnica de la aeroforestación como herramienta de lucha contra la deforestación.
Por demás, es sabida la importancia de los árboles para la vida del planeta, son sinónimo y cobijo de la biodiversidad, son fuente de alimentación, de energía, de medicina natural, participan en varios ciclos naturales como el hidrológico, en fin, los árboles son vidas. A raíz de la necesidad de contar con superficies arbóreas, el ser humano contemporáneo ha venido desarrollando metodologías que sean viables económica y técnicamente viables para reforestar y que en el presente artículo desarrollaremos los lineamientos básicos de una técnica.
Esta técnica no es muy conocida para el grueso de la población, pero existente desde hace ya unos buenos años, se la conoce como “aero forestación”, y será el leitmotiv del presente artículo que tenemos el gusto de poner en su consideración.