Anualmente se deforestan cerca de 14,2 millones de hectáreas (un poco más que la superficie de Grecia) y se reforestan algo de 5,2 millones, lo cual implica una disminución neta anual de 9,4 millones de hectáreas de bosques, selvas, relictos forestales, humedales y otros. En esta artículo voy a escribir sobre la técnica de la aeroforestación como herramienta de lucha contra la deforestación.
Por demás, es sabida la importancia de los árboles para la vida del planeta, son sinónimo y cobijo de la biodiversidad, son fuente de alimentación, de energía, de medicina natural, participan en varios ciclos naturales como el hidrológico, en fin, los árboles son vidas. A raíz de la necesidad de contar con superficies arbóreas, el ser humano contemporáneo ha venido desarrollando metodologías que sean viables económica y técnicamente viables para reforestar y que en el presente artículo desarrollaremos los lineamientos básicos de una técnica.
Esta técnica no es muy conocida para el grueso de la población, pero existente desde hace ya unos buenos años, se la conoce como “aero forestación”, y será el leitmotiv del presente artículo que tenemos el gusto de poner en su consideración.
La aeroforestación es una técnica usada para sembrar semillas y/o plántulas (pequeños arbolitos) lanzadas desde un avión u helicóptero.
Las aeronaves deben tener modificaciones en el sistema de lanzamiento de plántulas, las mismas que tengan una cadencia de tiro rápida y abarque varios canales de lanzamiento. Ese equipo, como ejemplo y no necesariamente limitativo en cuanto modelo, puede observarse en la siguiente imagen.
La semilla debe ser colocada en un contenedor especial, que sea biodegradable y que permita dotar de la suficiente humedad y un estrato de suelo hasta que crezca el plantón o plántula y la misma sea autosuficiente.
Otro ejemplo de un dispositivo un poco más complejo pero bastante prometedor, es el siguiente, el mismo que se ilustra en la imagen y tiene el principio de las bombas racimo usadas en los conflictos bélicos y que se caracterizan en cubrir una amplia zona por los racimos que se liberan de cada bomba central. Nótese el material degradable que facilita el prendimiento de la plántula sobre el suelo.
Antecedentes y aplicación.-
Los primeros antecedentes de la técnica se remontan a 1930; en ese período, algunos aviones eran utilizados para distribuir semillas en zonas inaccesibles en las montañas de Honolulu en Hawái, después de suscitarse incendios forestales.
De ese tiempo a esta parte, la técnica es conocida por un sector de la población, eso sí, no es usada masivamente debido a los costes que implica utilizar las aeronaves, principalmente.
Sobre un ejemplo de uso podemos indicar que en África, la técnica de “bombardeo de semillas” es usada para sembrar pasturas para que el ganado pueda tener alimentación.
En 1987, Lynn Garrison, reconocido ex piloto de la fuerza aérea canadiense y consejero político, creó el Proyecto Haitiano para la Reforestación Aérea (HARP en inglés), sembrando varias toneladas de semillas desde aeronaves especialmente diseñadas para el caso.
Las semillas fueron lanzadas en contenedores especiales que tenían fertilizantes, insecticidas y repelentes para animales para aumentar el éxito en la aero siembra.
Dado que Haití es una isla con dos temporadas o estaciones con poco frío, las semillas era humedecidas días antes del lanzamiento para iniciar la germinación y luego ser lanzadas a zonas de interés en ser forestadas y/o reforestadas, primando las laderas de montañas y las zonas altamente erosionadas e inaccesibles.
¿Cuáles son las ventajas?
De acuerdo a la información publicada en la página web del canal Discovery y que resumo a continuación, una de las principales ventajas de la aero forestación radica en que pueden plantarse semillas en áreas de acceso difícil o nulo como laderas de montañas, zonas inhabitadas, humedales, extensas áreas sin forestación hasta inclusive zonas dañadas donde hubo conflictos bélicos.
El éxito de esta técnica radica en saber elegir la semilla de la especie adecuada en el tiempo apropiado.
Los aviones pueden viajar a una velocidad de 130 millas por hora y a una altura de 350 metros para lanzar las bombas. Hay varias clases de diseños de los conos o contenedores. Todos tienen la misma lógica, la de proveer las condiciones esenciales a las semillas o plántulas para que se establezcan definitivamente en el suelo, y claro que con éxito.
El siguiente modelo es el más aceptado por los entendidos en la materia, está formado por un cono como se observa en la figura, tiene una punta aguda para que se clave con facilidad al terreno, al interior se halla un sustrato o suelo y la plántula propiamente dicha.
El material del cono es degradable situación que favorece al desarrollo y “prendimiento” del material vegetal en el suelo. (Lee: «Importancia de los árboles»).
Uso de Aeronaves.-
El uso comprende de aviones y helicópteros adaptados para el caso. La utilización de aviones es la más difundida por el tema de rendimiento y costo como ya se explicó. Uno de los aviones que resulta ideal para la faena es el Hercules C-130 de la fábrica Lockheed.
El potencial con estas aeronaves existe. Son más de 2.500 aviones existentes en cerca a 70 países (Fuente: Brown), por lo que el desafío más grande viene a constituírse que tengamos un acto de nobleza y destinemos el equipamiento militar en actividades que promueven la vida y no la muerte.
En lo que corresponde al uso de helicópteros, en los Estados Unidos son utilizados principalmente para reforestar áreas que han sido devastadas por incendios forestales. Se han registrado actividades en menor grado en algunos países como México y Brasil, por citar algunos.
En las fotografías se evidencia el llenado de tanques o depósitos de semillas para realizar la aero siembra.
El uso de helicópteros se centra en zonas muy específicas en las que un avión no podría realizarla con la precisión “quirúrgica” que se logra con estas aeronaves de rotor.
Conclusión.-
La técnica de aero siembra se constituye en otro método que pretende servir de herramienta para la forestación y reforestación utilizando especies herbáceas, arbustivas y forestales usando para tal caso a los aviones y helicópteros. En dependencia de la zona geográfica, el piso ecológico y la temporada del año, las especies variarán.
La técnica ya tiene sus años de haber sido usada por primera vez, no se niegan sus buenos resultados mientras se van realizando pruebas constantes para mejorar el grado de éxito en el establecimiento de plántulas y en la germinación y consolidación de vegetación.
El usar estos equipos ofrece una serie de ventajas que difícilmente se lograrían por los métodos tradicionales pero no exime que la falta de disponibilidad de unidades acondicionadas sea una limitación grave, como son los gastos de operación y de personal en los países con una economía sensible.
Por último, cabe señalar que la inventiva humana no tiene parangones, podríamos convertir en un vergel las zonas más devastadas que su imaginación pueda concebir, pero la gran y repito, la gran barrera para que esto suceda se debe a los intereses humanos en materia política, bélica, indiferencia, intereses mezquinos y hasta maldad colectiva que truncan los buenos deseos.
Fuente: natura.medioambiental.com
El éxito de esta técnica radica en saber elegir la semilla de la especie adecuada en el tiempo apropiado.
Si es que sólo el 70 por ciento sobrevive (significan 700.000 arbolitos) sería una tasa por demás exitosa. En contraste, si se plantaría esa misma cantidad manualmente, se requeriría muchísima mano de obra que excedería con creces el costo comparado con la aero forestación, inclusive considerando un 95 por ciento de tasa de éxito (Fuente: Joffe-Block).
“El contenedor o “la bomba”.-Los aviones pueden viajar a una velocidad de 130 millas por hora y a una altura de 350 metros para lanzar las bombas. Hay varias clases de diseños de los conos o contenedores. Todos tienen la misma lógica, la de proveer las condiciones esenciales a las semillas o plántulas para que se establezcan definitivamente en el suelo, y claro que con éxito.
El siguiente modelo es el más aceptado por los entendidos en la materia, está formado por un cono como se observa en la figura, tiene una punta aguda para que se clave con facilidad al terreno, al interior se halla un sustrato o suelo y la plántula propiamente dicha.
El material del cono es degradable situación que favorece al desarrollo y “prendimiento” del material vegetal en el suelo. (Lee: «Importancia de los árboles»).
Uso de Aeronaves.-
El uso comprende de aviones y helicópteros adaptados para el caso. La utilización de aviones es la más difundida por el tema de rendimiento y costo como ya se explicó. Uno de los aviones que resulta ideal para la faena es el Hercules C-130 de la fábrica Lockheed.
El potencial con estas aeronaves existe. Son más de 2.500 aviones existentes en cerca a 70 países (Fuente: Brown), por lo que el desafío más grande viene a constituírse que tengamos un acto de nobleza y destinemos el equipamiento militar en actividades que promueven la vida y no la muerte.
En lo que corresponde al uso de helicópteros, en los Estados Unidos son utilizados principalmente para reforestar áreas que han sido devastadas por incendios forestales. Se han registrado actividades en menor grado en algunos países como México y Brasil, por citar algunos.
En las fotografías se evidencia el llenado de tanques o depósitos de semillas para realizar la aero siembra.
El uso de helicópteros se centra en zonas muy específicas en las que un avión no podría realizarla con la precisión “quirúrgica” que se logra con estas aeronaves de rotor.
Conclusión.-
La técnica de aero siembra se constituye en otro método que pretende servir de herramienta para la forestación y reforestación utilizando especies herbáceas, arbustivas y forestales usando para tal caso a los aviones y helicópteros. En dependencia de la zona geográfica, el piso ecológico y la temporada del año, las especies variarán.
La técnica ya tiene sus años de haber sido usada por primera vez, no se niegan sus buenos resultados mientras se van realizando pruebas constantes para mejorar el grado de éxito en el establecimiento de plántulas y en la germinación y consolidación de vegetación.
El usar estos equipos ofrece una serie de ventajas que difícilmente se lograrían por los métodos tradicionales pero no exime que la falta de disponibilidad de unidades acondicionadas sea una limitación grave, como son los gastos de operación y de personal en los países con una economía sensible.
Por último, cabe señalar que la inventiva humana no tiene parangones, podríamos convertir en un vergel las zonas más devastadas que su imaginación pueda concebir, pero la gran y repito, la gran barrera para que esto suceda se debe a los intereses humanos en materia política, bélica, indiferencia, intereses mezquinos y hasta maldad colectiva que truncan los buenos deseos.
Fuente: natura.medioambiental.com
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