El Gobierno de Paraguay no ha protegido a un grupo de indígenas aislados pese a que así se lo demandaba una orden del pasado mes de febrero.
Hace
seis meses la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exigió al
Gobierno del país que detuviera la tala en el Chaco, que registra la tasa de deforestación más alta del mundo, y protegiera a los vulnerables indígenas ayoreos no contactados que habitan en la región.
Sin
embargo el Gobierno no ha conseguido detener la continua tala de masa
forestal, lo que aumenta el temor de que los ayoreos aislados estén enfrentándose a su aniquilación.
Varias principales empresas ganaderas están deforestando el bosque para alimentar al ganado: el Chaco pierde una media de 14 millones de árboles cada mes. La deforestación continúa y las topadoras se han dejado oír recientemente por la tierra ayoreo.