La captura y comercio de especies de fauna y flora es una de las peores amenazas para la conservación de la naturaleza en muchas zonas del planeta. Las imágenes de cargamentos de marfil y cuernos de rinoceronte se siguen repitiendo pese a las normativas internacionales contra este tipo de actividades ilegales.
Una de las actuaciones policiales más sorprendentes de los que llevamos de año se produjo el pasado 19 de enero cuando la policía fronteriza de China descubrió en Fangchenggang (cerca de la frontera con Vietnam) un macabro cargamento.
La documentación presentada por el transportista no parecía corresponderse con los bultos que ocupaban el camión interceptado y la policía decidió abrir uno de ellos para hacer una comprobación rutinaria.