Un estudio confirma la masiva presencia del componente químico relacionado con cánceres, daños cerebrales y problemas hormonales en productos alimentarios.
Vivimos rodeados peligrosamente de él sin saberlo. Muchos de los objetos de uso cotidiano como gafas, juguetes, cosméticos y aparatos médicos cuentan en su composición con el bisfenol A (también conocido como BPA), un componente químico orgánico relacionado por numerosas investigaciones científicas con cánceres, daños cerebrales y problemas hormonales. Pero la manera principal por la que accede a nuestro organismo es a través de la alimentación, puesto que ha sido ampliamente utilizado en el envasado de alimentos de metal durante los últimos 40 años.
Un nuevo estudio llevado a cabo por seis organizaciones sin ánimo de lucro estadounidenses ha detectado que dos de cada tres latas de conserva analizadas lo contienen. Los científicos han examinado las tapas y los revestimientos interiores de unos 200 productos de marcas como Campbell's, Del Monte, General Mills, Kroger y Albertsons que contienen verduras, frutas, sopas, caldos, salsas y lácteos.
Un nuevo estudio llevado a cabo por seis organizaciones sin ánimo de lucro estadounidenses ha detectado que dos de cada tres latas de conserva analizadas lo contienen. Los científicos han examinado las tapas y los revestimientos interiores de unos 200 productos de marcas como Campbell's, Del Monte, General Mills, Kroger y Albertsons que contienen verduras, frutas, sopas, caldos, salsas y lácteos.