El
tráfico ilegal de flora y fauna salvaje mueve en torno a 27.000
millones de euros al año en el mundo, cifra sólo superada por el
comercio clandestino de armas y drogas, ha asegurado a Efe el
responsable de especies amenazadas del Fondo Mundial para la Naturaleza
(WWF), Luis Suárez.
La lucha contra esta actividad es precisamente el lema del Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemora mañana domingo.
“No
hay un grupo faunístico que se vea libre de la presión ilícita”, ha
explicado Suárez, quien señala que los productos más codiciados son el
caviar, las pieles de todo tipo -en especial, las de caimanes, lagartos y
grandes serpientes-, los colmillos de elefante, los cuernos de
rinoceronte y los corales.
Suárez aclara que, aunque suele hacerse
hincapié en la amenaza que la caza ilegal supone para especies como el
tigre, el elefante o el rinoceronte, “si estos animales tan visibles y
vigilados en algunos casos sufren una persecución tan grande, imaginemos
lo que puede suceder con otras más pequeñas o menos conocidas”.