Los
19.000 habitantes de las islas Palaus tienen una comunión ancestral con
el mar. Por eso, este grupo de islas de 459 km2, una superficie menor
que la Comunidad de Madrid, han decidido crear un espacio para proteger
la rica y diversa vida que en él habita.
Apenas tienen tierras
arables, carecen de recursos minerales, pero el Pacífico que las rodea
tiene uno de los tesoros naturales más fabulosos del mundo, y desde el
2021, será el santuario acuático más grande del planeta, del tamaño de
España.
Los habitantes de esta zona, la mayoría de etnia polinesia,
saben que el agotamiento del mar hará trizas la débil economía de Palau.
Por ello, declararon que durante los próximos cinco años se dejarán de
otorgar licencias de minería, petróleo y pesca (sobre todo a las flotas
de Taiwan y Japón) y el 80% de su plataforma de 500.000 kilómetros
cuadrados estará prohibida para cualquier tipo de actividad comercial.