El SFP se centra en un moderno invernadero, cuyo funcionamiento se basa en evaporar agua de mar, para, mediante un sofisticado sistema de ventilación, enfriar el aire del invernadero. Esta reducción de temperatura combinada con la elevada humedad del interior, permite desarrollar un sistema de cultivo con poca agua. Además, un porcentaje del vapor acumulado se condensa superficies frías, permitiendo la recolección de agua dulce para regar cultivos.
Tras descubrir que las condiciones de cultivo creadas en interior del invernadero modificaban las del exterior, los científicos del proyecto también han plantado cultivos y plantas desérticas alrededor del invernadero. Este fenómeno con el que no contaban en primera instancia, supone una gran ventaja a la hora de revegetar el desierto y maximizar la producción de verdura.