Las organizaciones ecologistas se han movilizado para evitar que desaparezca la zona de humedales de Tajamar, donde viven especies protegidas
Al manglar de Tajamar en Cancún no llegan los turistas con pulserita. El agua en lugar de ser cristalina es más bien grisácea. No hay peces globo ni mantarrayas. Pero sigue siendo el Caribe. Su lugar privilegiado frente a la laguna de Nichupté que se comunica con el mar, ha convertido esos terrenos en un imán para los grandes proyectos hoteleros. Casi 60 hectáreas para arrasar con el all inclusive, según señalan los vecinos. La empresa estatal Fonatur, ya ha allanado casi la mitad del humedal. Las organizaciones ecologistas se han movilizado y el Estado de Quintana Roo ha suspendido por el momento las obras.Se trata de un proyecto pensado desde inicios del 2000, pero fue en 2006 cuando la Secretaría de Medio Ambiente dio los permisos inmobiliarios a Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) para construir en el manglar. Las obras son legales, pero tenían condiciones, según ha comunicado la Secretaría este miércoles. Una de ellas era el rescate de la fauna.