Las 27 ballenas no estaban heridas y habían sido víctimas de pesca furtiva, por lo que la principal teoría apunta a que llegaron a la costa por desorientación. Una característica que acostumbra a definir el comportamiento de las ballenas piloto o calderón, la especie a la que pertenecían los animales y que está sujeta a protección especial.
Se estima que las ballenas aparecieron en la costa sobre las tres de la tarde del sábado y, tras quince horas de intentos fallidos de rescate, acabaron muriendo, sobre las seis horas de la mañana del domingo pasado. Ahora serán enterradas, tal y como estipula el protocolo de atención a los animales marinos del gobierno de México.
Los equipos de rescate esperaban que la subida de la marea facilitara el guiaje de los cretáceos hacia mar adentro. Pero el nivel no subió lo suficiente, y solo pudieron salvar a tres de ellos: dos adultos y una cría. En alguna ocasión, las ballenas que habían podido ser rescatadas volvían otra vez hacia la orilla. Dificultando todavía más la operación de rescate.
Para entender ese comportamiento, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) del país da una explicación. Las ballenas piloto "tienen una cohesión social fuerte; no abandonan a otras ballenas que están en peligro, aunque eso signifique la muerte. Por ejemplo, una ballena queda varada y las demás le siguen para estar con esa ballena y acaba toda la manada varada", detalla la institución.
Fuente: es.sott.net
