Soraya Sáenz de
Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, asegura que solo almuerza 1
sandwich y lo hace trabajando en su despacho de Moncloa. Y pone la mano en
el fuego por todos los dirigentes del PP: “Somos honrados, vivimos de nuestro sueldo,
hacemos la vida que todo el mundo. Yo voy a hacer la compra”. Sin embargo,
Vicepresidencia del Gobierno gastó el año pasado 1,7 millones de euros en
subvenciones a sus cafeterías y restaurantes, que ha firmado ella misma.
La periodista Gemma
Fergó la sorprendió haciendo la compra, sí, pero con 7 escoltas, dos
coches oficiales y en la lujosa Gran Manzana madrileña, calles de
Serrano y Ortega y Gasset. Tampoco vive solo de su sueldo: los
Presupuestos Generales del Estado le pagan hasta sus revisiones ginecológicas y
es, de lejos, la ministra más manirrota con el dinero público, si
atendemos a los contratos públicos que ella misma firma y que recoge la
web contrataciondelestado.es. Sobre la honradez de las élites de su
partido sobran las palabras tras el “caso Bárcenas”, pero aún más con la última
revelación del “caso Gowes”: al parecer existe una “Oficina de Conflictos de
Intereses” que permitió que el exsecretario de Estado de
Telecomunicaciones, Juan Junquera,trabajara en 4 empresas del sector,
incluida Gowes, a la que incluso otorgó él mismo subvenciones.