El gigante minero Vale ha anunciado que ha obtenido la licencia de instalación para el desdoblamiento de la línea de ferrocarril a Carajás, que transporta mineral de hierro desde su tristemente famosa mina hasta el océano Atlántico.
El proyecto industrial Gran Carajás abrió esta región de la Amazonia oriental al desarrollo y expuso a los awás a los invasores, que durante las últimas tres décadas han masacrado a familias enteras y continúan destruyendo gran parte de su selva.
La nueva licencia permite a la empresa empezar a construir una segunda vía que permitirá que los trenes hagan el recorrido en ambas direcciones simultáneamente, e incrementar así su capacidad.
Los awás han advertido de que el proyecto de expansión incrementará los niveles de ruido generado por la vía, ahuyentará la caza de la que dependen para cazar y tendrá como resultado nuevas invasiones.
Un hombre awá ha dicho: “No aceptamos la invasión de la línea de tren que pasa justo por delante de nuestro territorio. ¡Es realmente dañina! ¡Hace mucho ruido! Los cazadores no pueden encontrar presas; los animales están asustados”.
Vale no ha consultado adecuadamente a los awás acerca de sus planes, como requiere tanto la legislación Brasileña como la normativa internacional.
Survival ha pedido a la empresa que respete los derechos territoriales de los awás y que no ponga sus vidas en peligro.
En agosto de este año un juez paralizó el proyecto y señaló que los estudios de impacto social y ambiental de Vale eran “insuficientes”, y que la expansión podría causar “degradación medioambiental extremadamente grave”. Su decisión fue revocada rápidamente.
El mes pasado los awás y cientos de indígenas más bloquearon el ferrocarril para exigir que se respetasen sus derechos territoriales. A principios de noviembre los awás hicieron un viaje sin precedentes a Brasilia para pedir que se proteja su selva.
Fuente: Survival.
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