Los científicos afirman que una
lata diaria de refresco tiene efectos negativos a largo plazo en
prácticamente todas las partes del cuerpo, incluyendo el cerebro,
corazón, pulmones y dientes.
El mundo ya conoce los efectos negativos
inmediatos que provoca una lata de refresco. Según el portal Medical
Daily, la considerable cantidad de azúcar (unas 10 cucharitas, lo que
equivale a la cantidad diaria recomendada) en 20 minutos provoca un
estallido de insulina al que el hígado responde convirtiendo cualquier
azúcar que le llegue en grasa.
Sin embargo, varios estudios revelan los
efectos negativos de la gaseosa para el organismo en un tiempo más
prolongado que 20 minutos o una hora. El portal advierte de que con el
tiempo un par de refrescos al día empezarán a afectar a casi todas las
partes del cuerpo, incluyendo los órganos más importantes.
Cerebro
Una dieta alta en azúcar puede
obstaculizar una serie de procesos neurológicos, particularmente los
involucrados en la creación de memoria. En 2012 un estudio publicado en
la revista ‘Neuroscience’ demostró que cantidades excesivas de azúcar
añadido pueden reducir la producción de una sustancia química conocida
como factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en
inglés). Sus niveles inadecuados hacen mucho más dificiles las tareas
cognitivas diarias, como el aprendizaje y la formación de memoria.
Corazón
En 2012 un estudio de la Universidad de
Harvard mostraba que la gente que bebe una lata de refresco al día
incrementa dramáticamente el riesgo de enfermedad cardíaca crónica y de
ataque al corazón. “El consumo de bebidas azucaradas se asoció con un
mayor riesgo de enfermedades de corazón y algunos cambios adversos en
los lípidos, los factores inflamatorios y la leptina”, concluyeron los
investigadores estadounidenses.
Pulmones
En 2012 científicos australianos
relacionaron el consumo de gaseosa con un riesgo elevado de
complicaciones pulmonares como asma o la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC). “Existe una relación dosis-respuesta, lo que significa
que cuanto más refresco se consume, mayor es la probabilidad de tener
estas enfermedades”, afirma el doctor Zumin Shi, autor principal del
estudio.
Dientes
El ácido que se forma en la boca gracias
a la unión del azúcar del refresco con las bacterias debilita el
esmalte dental, lo que con el tiempo puede conducir a la caries. El
refresco también reduce el pH de la saliva, aumentando la proliferación
de bacterias y la erosión dental, según un estudio estadounidense.
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