La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha anunciado la
intención de reformar el artículo 185 de la Ley de Ordenación
Urbanística de Andalucía (LOUA) para facilitar la regularización de
viviendas ilegales construidas en suelo rústico.
Resulta incongruente que se justifique esta decisión porque las
viviendas ilegales construidas en parcelaciones ilegales “están en un
limbo de inseguridad jurídica”. Debe recordarse que tal “limbo” lo ha
creado la propia Junta de Andalucía con su permisividad durante décadas
con el urbanismo ilegal, y con la especulación y corrupción
urbanística. El limbo jurídico aparece por las promesas electoralistas
que han recibido los delincuentes urbanísticos, que nos consta han
mantenido varias reuniones con la Junta, que les ha garantizado que no
se derribará nada, pero al no poder satisfacer sus demandas de
legalización de todo lo ilegalmente construido, decide ahora, en una
decisión sin precedentes, modificar las normas legales vulneradas para
adaptarla a los intereses de los que las han infringido. Es por ello
que recientemente los delincuentes ilegales se han manifestado pidiendo
una “moratoria” para las órdenes de demolición, porque la Junta no ha
sido clara en este aspecto y ha creado la esperanza de que tarde o
temprano este tema se arreglará en beneficio de estos delincuentes
urbanísticos, que todo se legalizará.
Con decisiones como ésta, que viene a unirse al vergonzoso Decreto de
enero de 2012 por el que se pretende regularizar más de 250.000
viviendas ilegales, la Junta de Andalucía demuestra su firme voluntad de
que las ilegalidades urbanísticas queden impunes, que, en contra de lo
manifestado reiteradamente por la sra. presidenta de la Junta en el
sentido de que “Quién la hace la paga”, en las tramas de especulación y
corrupción urbanísticas –las que han asolado Andalucía en estas últimas
décadas de gobierno socialista-, “Los que la hacen tienen premio”: su
legalización sin tener que pagar los costes a que tiene que hacer
frente los que construyen legalmente.
Una vez modificada las normas legales para regularizar e impedir la
demolición de las 250.000 viviendas aisladas que hay en Andalucía en
suelos no urbanizables, ahora se pretende regularizar las construidas en
auténticas urbanizaciones ilegales, montadas por tramas de
especulación y corrupción. Estamos hablando de la forma más cancerosa
de especulación del suelo rural, consistente en subdividir ilegalmente
una parcela, construir una casa por parcela y luego venderlas. Ya no se
trata de una unidad rústica, de pasado agrícola, en la que se ha
levantado una casa, sino en un grupo de casas que, subrepticiamente, ha
creado un asentamiento urbano. Todo ello va en contra de la ley de
ordenación urbanística y los criterios de sostenibilidad, establecidos
en multitud de documentos, por los que se apuesta por la ciudad
compacta, un criterio unánime en la Unión Europea.
Si el decreto de regularización de las viviendas construidas en suelo
rústico ya era una bendición para los delincuentes urbanísticos, esta
nueva medida supone ya una claudicación del deber de la Junta de
Andalucía de velar por la aplicación de las leyes de esta comunidad.
Aunque se afirma que esta medida “no supondrá la legalización” de la
vivienda, sí se le está animando a que no se derribe, como establece la
ley, y que pueda recibir los servicios municipales, y cumplir con el
correspondiente IBI. Para los moradores del suelo rústico, es suficiente
para garantizar la creación de sus paraísos inmobiliarios.
Con esta amnistía se está alentando irresponsablemente a la
construcción ilegal en suelo rústico, esta vez además con el chollo de
la subparcelación, que dejará de ser ilegal con tan sólo pactar con el
ayuntamiento respectivo un periodo, establecido por la propia Junta de
Andalucía, para que se pueda regularizar. La especulación y la
corrupción encuentran así un nuevo camino para llenar nuestros campos de
viviendas con parcelas valladas. La impunidad está garantizada.
¿Son estos los nuevos tiempos que prometió Susana Díaz?. ¿En qué se
diferencia su política urbanística de los anteriores presidentes de la
Junta o de la de los Gobiernos del PP de Valencia, Madrid o Murcia que
han apostado decididamente por la especulación urbanística fomentando la
corrupción?.
Fuente: Ecologistas en accion
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