El mayor asesino de seres humanos en el mundo no es el SIDA ni las enfermedades infecciosas: es el aire mismo que respiramos en el planeta en el que habitamos.
La contaminación atmosférica causa, más de tres millones de muertes prematuras cada año, casi un millón más que las de sida y malaria. La polución causada por el ozono y las partículas contaminantes finas –de menos de 0,0025 milímetros de diámetro– se asocian con enfermedades graves que tienen un impacto a largo plazo en la salud, especialmente en Asia.
Un estudio dirigido por Jos Lelieveld, científico del Instituto alemán Max Planck de Química, y publicado en la revista Nature afirma que la contaminación del aire exterior ya está matando a cerca de 3,3 millones de personas al año en todo el mundo.
Una cifra impactante que supera en más de un millón las muertes por el VIH/Sida. Los científicos han advertido que este número podría duplicarse en los próximos 35 años a menos que se tomen medidas correspondientes.
“En algunos países la contaminación del aire es la principal causa de muerte y en muchos países es un problema importante”, aseveró Lelieveld. La contaminación del aire provoca enfermedades del corazón, derrames cerebrales y el desarrollo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También está vinculada a las muertes por cáncer de pulmón y a las infecciones respiratorias agudas.
Fuente: Diarioecologia.com
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