10 diciembre 2016

Germinados, ¡verdaderos superalimentos!

Germinados, ¡verdaderos superalimentos!
Los germinados de semillas y granos nos aportan una gran variedad de beneficios nutricionales y son ideales para mantener unas condiciones de salud óptimas. Los brotes son uno de los mejores alimentos que podemos encontrar, sin embargo no son muy conocidos por el consumidor en general y esta falta de difusión hace que su demanda sea baja.

Pero teniendo en cuenta los beneficios nutricionales para la salud es el momento de considerar la inclusión de los germinados en nuestra dieta.

Los brotes comestibles se forman por el desarrollo del embrión de la semilla o grano en el proceso de convertirse en una planta adulta. Tiene comienzo cuando el embrión se hincha y la cubierta de la semilla se rompe. Para que este proceso tenga lugar y las semillas germinen es necesario que se den unas condiciones ideales de temperatura, oscuridad y humedad.


Muchas semillas y granos, pese a su potencial nutricional, no pueden ser ingeridas crudas sin ser sometidas a tratamiento previo. Esto es debido a que los compuestos naturales que las protegen, como el ácido fítico y los inhibidores enzimáticos, causarían estragos en nuestro sistema digestivo. Son conocidos como antinutrientes. El ácido fítico impide la absorción del calcio, el magnesio, el hierro, el cobre y el zinc por nuestro sistema digestivo, e inhibe las enzimas digestivas amilasa, tripsina y pepsinaLos inhibidores enzimáticos intervienen en la digestión haciendo que las enzimas digestivas se vean bloqueadas, no pudiendo digerir ni absorber nutrientes de los alimentos. La germinación, inactiva y neutraliza los antinutrientes, activa y multiplica los nutrientes como las vitaminas A, B, y C, neutraliza los inhibidores enzimáticos y facilita el desarrollo de las enzimas digestivas.

Los germinados son verdaderos superalimentos. Entre sus numerosos beneficios para la salud se incluyen presentar altos niveles de fibra dietética, ya que aumenta el contenido y se hace más disponible; de vitaminas del complejo B, concretamente la germinación aumenta las vitaminas B2, B5, B6 y ácido fólico; de enzimas digestivas; de antioxidantes, como la vitamina C, E, beta-caroteno y ácido ferúlico. Aumenta la disponibilidad del fósforo, calcio, hierro, zinc y magnesio, y el contenido de ácidos grasos esenciales.

Con la germinación los granos y semillas se vuelven más fáciles de digerir y descomponer en sus nutrientes esenciales y se mejora la absorción de los mismos. Si eres vegetariano, vegano, o simplemente deseas consumir más nutrientes y de mejor calidad, la germinación es tu opción.

Fuente: bioecoactual.com

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