Indonesia ha perdido una superficie de selva del tamaño de Alemania, una amenaza para los animales en peligro de extinción, como los orangutanes.
La expansión de las plantaciones de palma aceitera para suplir la demanda internacional de aceite de palma sigue siendo una de las principales causas de la destrucción de la selva de Indonesia. Dos años después de que las grandes corporaciones consumidoras de aceite de palma hicieran público su compromiso en la lucha contra la deforestación, Greenpeace ha evaluado el grado de cumplimiento de estos compromisos por parte de las 14 mayores multinacionales del mundo.