Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han condenado el “ataque” de Brasil a sus pueblos indígenas.
En un nuevo comunicado, expertos de la ONU y de la CIDH
han advertido de que los indígenas de Brasil se encuentran en grave
peligro por la presión que ejercen los políticos para debilitar sus
derechos territoriales, tan arduamente conquistados.
La
Constitución brasileña determina que los territorios indígenas deben
ser demarcados y protegidos para uso exclusivo de sus habitantes
originarios. Pero políticos antindígenas vinculados al poderoso lobby
ruralista demandan cambios legislativos que podrían darles el poder de
robar y destruir esas tierras para proyectos de “desarrollo” y
plantaciones a gran escala. Se trata del ataque más grave que han
afrontado los pueblos indígenas de Brasil en décadas.