Tras el atentado contra Berta Cáceres y Gustavo Castro, que causó la muerte de la primera, y el asesinato posterior de Nelson García el 16 de marzo, la situación e instituciones hondureñas están bajo la lupa de organizaciones e instituciones internacionales e incluso de los propios financiadores. Sin embargo, la represión y los ataques contra los opositores a los grandes infraestructuras persiste, en especial contra los opositores al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.

El 3 de marzo intentaron asesinar al periodista Félix Molina, que acababa de denunciar vínculos de políticos, empresarios y militares con el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca. Félix Molina es presentador del programa Resistencia, que contribuyó a romper el cerco mediático impuesto por el régimen tras el golpe de Estado de 2009.
El 9 de mayo efectivos de la Policía Militar del Orden Público agredían brutalmente a miembros del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) que se concentraron en las inmediaciones de la casa presidencial en Tegucigalpa para exigir la conformación de una comisión internacional independiente que investigue el asesinato de su compañera Berta Cáceres. Les atacaron con gases lacrimógenos, golpearon resultando heridos, algunos incluso menores de edad, uno de ellos ingresado por contusión cerebral. Varios resultaron también detenidos para ser liberados horas después.
Entendemos que su reclamo es comprensible, y demandamos con ellas y ellos que se den los pasos para resolver el crimen y hacer justicia, y que si de verdad el gobierno hondureño tiene un compromiso de resolver la situación, es impensable el atacarles.