En una protesta sin precedentes, diecinueve comunidades “pigmeas” en África Central han denunciado proyectos conservacionistas en sus tierras. Once de las comunidades han instado a los conservacionistas a que dejen de financiar patrullas antifurtivos que cometen abusos contra ellos.
El Fondo Mundial para la naturaleza (WWF) y la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), dos de las mayores organizaciones conservacionistas del mundo, han favorecido la creación de áreas protegidas en la región, de las que pueblos indígenas han sido expulsados ilegalmente.
“Pigmeos”
bakas y bayakas, y sus vecinos, han sufrido años de violencia,
intimidaciones y abusos como consecuencia directa de estos proyectos de
conservación en Camerún, el Congo y la República Centroafricana. Sin
embargo, las organizaciones que hay detrás de estos proyectos, como WWF y WCS, no han rectificado y continúan financiando las patrullas.