Garoña ha dejado de funcionar. Endesa
e Iberdrola, empresas propietarias de la central, han pretendido
echarle un pulso al Gobierno, o mejor dicho, pretenden un chantaje tan
vergonzoso como descarado. Estas empresas eléctricas están
usando Garoña como moneda de cambio para presionar al Gobierno y evitar
que el Proyecto de Ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética,
a punto de aprobarse, grave la generación de residuos radiactivos con
nuevos impuestos que tengan que pagar las eléctricas. Una ley que
tampoco gusta nada a los ecologistas, por razones bien diferentes.
Nuclenor ha explicado sus argumentos en un comunicado de prensa, que como las ruedas de prensa del PP, no admite preguntas: “Nuclenor no ampliará la información contenida en esta nota de prensa”, dice literalmente. Ellos sabrán por qué. Pero se les cuela una afirmación que demuestra que mantener la central no es rentable incluso antes de que entre en vigor la nueva ley, ya que hablan de “las actuales pérdidas económicas ” de la central. Y con todo, hacen explícito una vez más el chantaje que llevan haciendo al Gobierno desde hace meses: o se cambia la propuesta de ley para acomodarse a sus intereses, o cierran la central.
Nuclenor ha explicado sus argumentos en un comunicado de prensa, que como las ruedas de prensa del PP, no admite preguntas: “Nuclenor no ampliará la información contenida en esta nota de prensa”, dice literalmente. Ellos sabrán por qué. Pero se les cuela una afirmación que demuestra que mantener la central no es rentable incluso antes de que entre en vigor la nueva ley, ya que hablan de “las actuales pérdidas económicas ” de la central. Y con todo, hacen explícito una vez más el chantaje que llevan haciendo al Gobierno desde hace meses: o se cambia la propuesta de ley para acomodarse a sus intereses, o cierran la central.