Mala jugada económica de Bayer, el monstruo farmacéutico alemán, en unos momentos en que coqueteaba con la promoción de medicamentos hechos únicamente con plantas medicinales, con la intención de superar también su mala imagen.
La sociedad alemana que es líder en consumo de alimentos ecológicos y de plantas medicinales, no creo que entienda estos movimientos sin lógica de una de sus empresas estrella.
Pero el declive de popularidad tanto de Monsanto como de Bayer, obliga a los dos monstruos a aliarse para intentar evitar su defunción programada a no muy largo plazo.
Es
precisamente la evolución rápida de las sociedades americana y alemana
hacia una forma más natural de vida, la que obliga a estas empresas a
fagocitarse para intentar no desaparecer demasiado deprisa del plano
mundial.