Los insecticidas neonicotinoides plantean serios riesgos, mayores de lo que se pensaba, y no sólo para las abejas melíferas, como ya se sabía, sino también para muchas otras especies. Son las principales conclusiones extraídas del informe “El riesgo medioambiental de los insecticidas neonicotinoides” que acaba de publicar Greenpeace, basándose en la revisión científica de investigaciones publicadas a nivel global desde 2013.El análisis, realizado por científicos de la Universidad de Sussex (Reino Unido), examinó los nuevos datos de cientos de estudios publicados desde la adopción en 2013 de una prohibición parcial en la UE para tres insecticidas neonicotinoides: clotianidina, imidacloprid y tiametoxam. Los científicos han encontrado riesgos para las abejas melíferas (las que producen miel), los abejorros, las mariposas y los insectos acuáticos, con el posible efecto dominó a través de la cadena alimentaria. Basándose en los nuevos hallazgos, Greenpeace insta a la Comisión Europea a prohibir totalmente estos insecticidas neonicotinoides, que desde 2013 tienen una prohibición sólo parcial y promover alternativas ecológicas.





















