El último informe publicado por el organismo europeo encargado de velar por la salud de los alimentos, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), muestra que los alimentos europeos tienen residuos de un número cada vez mayor de plaguicidas diferentes.
A pesar de que cada vez encuentre residuos de más plaguicidas, la EFSA concluye que “los niveles de residuos de plaguicidas en los alimentos son seguros” y que “la exposición diaria de la población europea a estos tóxicos es improbable que suponga un riesgo a la salud”.
Pero esta conclusión no tiene en cuenta que muchos de esos pesticidas son disruptores endocrinos, sustancias para las que no existe un nivel de exposición seguro según las investigaciones científicas. Como vimos en el informe presentado por Ecologistas en Acción, sobre residuos de plaguicidas en los alimentos españoles “Directo a tus hormonas”, en la comida española hay residuos de 33 plaguicidas disruptores diferentes. En algunos casos, el número es asombroso, como en el caso de las peras en las que se encontró residuos de 16 plaguicidas contaminantes hormonales o las manzanas, con 13 (ver cuadro superior con los 10 alimentos más contaminados con residuos de plaguicidas contaminantes hormonales).