Juma, una jaguar
de casi nueve años que participó en la ceremonia del paso de la
antorcha olímpica en la ciudad de Manaos, capital del estado brasileño
de Amazonas,
fue abatida a tiros este martes para evitar que saliera de una zona de
control. El animal supuestamente intentó atacar a un soldado, según ha
informado el Ministerio de Defensa brasileño. Su muerte ha abierto una
nueva polémica que salpica a los Juegos de Río 2016 y ha puesto sobre la
mesa el absurdo de una tradición permitida por la ley: el desfile de animales salvajes en los acontecimientos militares en esta región.
No era la primera vez que esta jaguar,
mascota del primer Batallón de Infantería de la Selva, participaba en
una ceremonia. El paso de la antorcha se celebró en el Centro de
Instrucción de Guerra. Una vez que había finalizado, el animal se escapó
durante un traslado e hizo un amago de atacar a su cuidador. Los
militares intentaron sin éxito controlar sus movimientos disparándole
dardos tranquilizantes, pero como no tuvieron éxito pasaron a los
disparos. La muerte de Juma ha provocado una ola de críticas en las
redes sociales. Más de 25.000 personas han apoyado una declaración bajo
el lema "Justicia para Juma".