Las células de nuestro cuerpo están expuestas al oxígeno toda su vida, ese oxígeno es importante para nuestra salud, pero también causa oxidación. Durante la oxidación, las substancias químicas del cuerpo se alteran, convirtiéndose en radicales libres.
Con el paso del tiempo, estos radicales libres pueden desencadenar una reacción en tu cuerpo que dañe el ADN y algunas partes de tus células. Algunas células pueden recuperarse, pero en otras el daño es permanente. Los científicos creen que esos radicales libres pueden contribuir al envejecimiento y al desarrollo de enfermedades como cáncer, diabetes y enfermedad cardiacas.
Los antioxidantes pueden interrumpir o limitar el daño que los radicales libres nos producen. Tu cuerpo utiliza antioxidantes para estabilizar los radicales libres.
Puedes obtener antioxidantes cuando sigues una dieta saludable. Algunos ejemplos de alimentos ricos en antioxidantes incluyen frutas y vegetales (verduras) que tienen un alto contenido en vitaminas A, C y E, beta carotenos, luteína, licopeno y selenio.