Dos estudios de la Universidad de Agricultura en Suecia
están instando a cambiar los programas de fitomejoramiento que no están
valorando la capacidad natural de las plantas para el control plagas y
enfermedades, y que no consideran las acciones que en este sentido
realizan depredadores como escarabajos y arañas -entre muchos otros-,
que pueden evitar el uso de pesticidas tóxicos.
“El
control químico de plagas es una herramienta vital en la producción de
cultivos convencionales, pero la época de cuando los insecticidas
resolvían todos los problemas de las plagas parece haber terminado.
Muchos viejos insecticidas pierden su efecto cuando las plagas
desarrollan resistencia a ellos, algunos agentes particularmente nocivos
para el medio ambiente ya no se pueden utilizar en la Unión Europea y
unos nuevos agentes entran en el mercado. Lo que requiere un nuevo
enfoque a los problemas de las plagas”, explicó la investigadora Eve Roubinet en abril pasado, al presentar su tesis.